sábado, 7 de abril de 2007

Reporte de "...en espíritu y en verdad" – Culiacán


Me pareciera como si Culiacán hubiera sido una continuación de Iguala. Una vez más nos recibieron como embajadores del Rey… estamos profundamente agradecidos con Dios por su favor y su gracia en estos eventos.

Viajamos en una avioneta para acortar un viaje que por tierra dura casi 20 horas. La verdad, aunque el vuelo fue muchísimo más corto (una hora y media), LOS NERVIOS FUERON COMO SI HUBIERMAOS VIAJADO 24 HORAS. Bueno eso fuimos las mujeres. Los hombres disfrutan las aventuras.

Nos recuperamos en cuanto empezamos a percibir toda la expectación en el ambiente. Algo que el Señor nos permitió ver es que la mayoría de los asistentes son jóvenes. Esta es una generación musical – casi todos entre los 14 y 25 años de edad.

Lo más extraordinario es ver que tienen un profundo respeto y seriedad hacia todo lo que se enseña; quieren aprender todo, no importa si no hay recesos. Nos conmovía ver tanta los rostros con tanta atención por todo el auditorio. En la última sesión se quitaron las sillas y estaban sentados en el suelo. Al verlos sentía que ellos eran un gran tesoro para Dios – él los está atrayendo, no hay otra explicación.

Esto nos implica un gran compromiso, con ellos y con el Señor; ellos quieren ver a Dios.

Aún la gente grande fue absorbida por este ambiente, estaban aguantando el trote. Débora, la esposa del Pastor estaba asombrada de que pudiera estar sin cansancio ya que tenía algún tiempo batallando seriamente con su columna. Gente grande disfrutó los talleres aunque ellos no eran músicos. Una señora le dijo a Herbert quien dirigió el taller del bajo, que había sido muy bendecida por todo lo que él había explicado, que había podido entender todo aunque no sabía nada de música. ¡Vaya manera de Dios de invadir un lugar!.

Klaus nos dice una y otra vez el asombro que siente al mirar la pasión que puede percibir de tantos jóvenes. Nos dijo como había llegado cansado, sin embargo, al entrar en el auditorio fue como absorbido por la adoración. El hecho es que te succionaba ese ambiente.

Yo creo que hay una generación que va a preparar el camino al Señor. No hay explicación para ese profundo respeto que manifiestan y esa solicitud de aprender. Es muy real que los cristianos en México estamos en una transición, y ellos lo entienden… y creo que van a tomar el reto.

La última noche, se ministró sanidad, y hubo milagros increíbles entre ellos un muchacho de Parral que se quebró la clavícula, fue sanado totalmente. Oídos fueron abiertos. Wow, estamos muy agradecidos con el Señor y con la preciosa iglesia de Culiacán, fue un privilegio llevar a cabo esto juntos.

Tita Bremer