Acabo de regresar de Cd. Juárez, de estar en la "graduación" de nuestra querida Hna. Gloria Richards. Después de 7 años de una batalla contra la leucemia, este viernes 13 de abril Gloria partió a la presencia de su Señor, al cual sirvió por cerca de 50 años, en las más diversas circunstancias y dejando un extraordinario legado de fe y trabajo. Digo "graduación" y no fallecimiento porque para nosotros el vivir es Cristo y la muerte es ganancia.
Llegué a la frontera el sábado a mediodía queriendo ser un apoyo para el Hno. Víctor y su familia. Al hablar con él y con Chris, me fueron confirmados de nuevo la inquebrantable fe y amor de esta singular familia a la cual los mexicanos debemos tanto. La absoluta seguridad de dónde se encuentra ella, el gozo en medio de la pérdida personal, la determinación de proclamar a Cristo en los servicios que se celebraron en su honor - el Hno. Víctor hizo no menos de 4 llamados para salvación, y docenas de personas respondieron entregando sus vidas al Señor! El nos dijo que así lo habría querido Gloria.
Para Tita y para mí la partida de Gloria es un acontecimiento lleno de muchas emociones: Tita vino a Cristo en una reunión de alcance dirigida por el Hno. Víctor. A mí me recibieron como a un hijo una y otra vez desde mis primeros pasos en el ministerio, y por más de dos décadas han sido nuestros pastores. Su influencia en nuestras vidas es, y será siempre, enorme.
Recuerdo, hace como 5 años, que le pregunté a Gloria qué los había impulsado a servir a Dios en la Sierra de Chihuahua en sus primeros años, a tan gran costo personal. No sabían del Espíritu Santo, de lenguas o profecía, de sanidades, de prosperidad, de liberación - le dije - eran pobres, perseguidos, casi no sabían español. ¿Qué los movió a hacer tan grande sacrificio? Ella se soltó llorando y me dijo: Queríamos que el nombre de Jesús fuera glorificado.
Despierta, Señor, una generación así, que sólo quiera que tu nombre sea glorificado, sin importar el sacrificio personal.
Gracias a todos los que nos acompañaron orando por Gloria durante los meses pasados. Gracias, familia Richards, por recordarnos otra vez que lo eterno y lo invisible es lo único real en esta vida. Y gracias Gloria, por tu respuesta sin límites a Jesús, por tu infatigable servicio a favor de los santos, y por amar tanto al Señor y a nosotros los mexicanos.
Te vamos a extrañar.
Enrique Bremer
martes, 17 de abril de 2007
La Graduación de Gloria
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En Espíritu y En Verdad
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9:46 p.m.